martes, 10 de marzo de 2009

LAGO DE AMATITLAN




Alta concentración de población en el área, alta explotación de los Recursos Naturales, escasez de agua; todo esto es parte de un triste proceso: El deterioro del lago de Amatitlán y sus Cuencas tributarias, que hoy está en camino de ser una pérdida inminente como recurso y como patrimonio nacional, en esta semana santa realice una visita de este lago y con una gran tristeza pude captar imágenes de la alta contaminación que se encuentra en lo que una vez hace mucho tiempo fue un hermoso lago.



Después de varios estudios realizados, aunque no de manera exhaustiva, el lago corre el riesgo de desaparecer a largo plazo si no se toman las medidas proteccionistas adecuadas es decir, su desaparición no es inminente de acuerdo con el ciclo hidrológico que mantiene el equilibrio lacustre. Sabido es que el lago constituyó esencialmente una fuente de recursos de pesca durante el período hispánico, así como su cuenca fue la región predominantemente productora de la cochinilla, principal elemento de exportación cuando ese colorante no había sido substituido por los químicos industriales que se introdujeron con posterioridad.

Entre sus características, está su función como centro recreativo, de producción y fuente de energía eléctrica. Desde el punto de vista hidrológico, entre otros factores merecen mención fenómenos que inciden en perjuicio del lago, como son la erosión y el azolvamiento como consecuencia de las sedimentaciones arrastradas por su principal corriente surtidora, o sea el río Villalobos.

Cuando comenzó a ocurrir el avance urbano hacia estos sectores, se planteó un problema que es necesario resolver, consistente en que las aguas negras provenientes de esos sectores, de ser drenadas hacia las corrientes que tienen su curso al Pacífico, producirían contaminaciones en la cuenca del río Villalobos y del lago de Amatitlán.
Efectivamente, eso ya está sucediendo y se está formando en los círculos respectivos conciencia que debe evitarse la contaminación ambiental.
De acuerdo con la Autoridad para el Manejo Sustentable del Lago de Amatitlán (Amsa), los niveles de contaminación en la mitad de ese cuerpo de agua se han reducido hasta en un 40 por ciento.
La operación de seis “aireadores” (sistemas para oxigenar el agua) ha permitido que la contaminación se reduzca “sorprendentemente” en el lado este del lago, aseguró Édgar Zamora, director de Amsa.
Con “biofiltro”
El “biofiltro” oxigena el agua y retira contaminantes por medio de plantas acuáticas, que los absorben. Mientras no se ataque la raíz del problema, los esfuerzos no son suficientes, afirmó Lucrecia Marroquín, presidenta de la Comisión de Ambiente del Congreso.


Efectos de la lluvia
La fragilidad del Lago de Amatitlán queda en evidencia con un aguacero. Un día de lluvia normal provoca que cuatro mil metros cuadrados sean arrastrados a sus aguas, según estimaciones de Amsa. El 80 por ciento de la contaminación que llega a sus aguas es domiciliar, y el resto, producto de los desechos industriales y agrícolas.

En peligro
La pregunta que todos nos hacemos, es la misma. ¿De dónde proviene la contaminación del Lago de Amatitlán? Probablemente cada uno tenga su teoría y lo más seguro es que todos la atribuyan a la industrialización de la zona. Sin embargo las razones son variadas.
El Lago de Amatitlán sigue en riesgo, por la contaminación que llega a sus aguas.












Unas 10 toneladas de basura llegan cada día al lago por el río Villalobos. Hay que sumar descargas de aguas servidas desde seis municipios de la capital. Abundan contaminantes como fósforo y nitrógeno, provenientes de la industria y aguas negras.
El deterioro nutritivo en el lago se debe principalmente al crecimiento demográfico de la ciudad de Guatemala y de otros municipios vecinos; a la explotación indiscriminada de agua y al crecimiento industrial. Las áreas marginales van aumentando en forma indiscriminada y los servicios básicos no se dan abasto.


La presencia de otros organismos y desperdicios en la superficie, impiden que penetren los rayos del sol y la presencia de bacterias que consumen oxígeno, impiden la vida en el lago. Sin embargo, las descargas domésticas aledañas también son perjudiciales al lago, los desperdicios de los chalets, aldeas, playas públicas y comercio, finalmente va a dar a él.
El programa de Control Ambiental, es otra de las herramientas en pro de la salvación del lago, en el que se establecen las condiciones necesarias para analizarlo y estudiarlo.

La visión de AMSA por proteger el lago de Amatitlán, propone en su programa, principalmente le uso del lago como un recurso hídrico para abastecimiento de agua, además del desarrollo turístico, deportivo, recreativo y cultural.


La tarea que tenemos por delante es difícil y costosa, pero sobre todo urgente. Se necesita el respaldo de las autoridades locales, de la Iniciativa privada y de la Población en general, con el fin de proteger una futura reserva de agua para consumo del área Metropolitana.

Los fines de AMSA pronto empezarán a dar sus frutos, más cuando los beneficios son para todos. Para quienes viven en las zonas cercanas, mayores y mejores servicios públicos, mejoras substanciales en la producción agrícola, agua superficial y subterránea de óptima calidad y suficiente para abastecer a todos; pero sobre todo, un equilibrio ecológico y un clima apropiado para los habitantes.













lunes, 9 de marzo de 2009

GRAFITI

Grafiti. Una palabra un tanto gastada hoy en día. A cualquier cosa hecha con un spray se la llama grafiti, a cualquier cosa pintada en una pared se la llama grafiti, incluso a cualquier imagen con estética urbana, independientemente de su soporte, se la llama grafiti.

En Guatemala encontramos múltiples inscripciones en latín vulgar con consignas políticas, insultos, declaraciones de amor, etcétera, junto a un amplio repertorio de caricaturas y dibujos en lugares transitados y populares de la capital.
También se le llama grafiti o pintada a varias formas de inscripción o pintura, generalmente sobre propiedades públicas o privadas ajenas (como paredes, vehículos, puertas y mobiliario urbano, especialmente pistas de skate). En el lenguaje común, el grafiti incluye lo que también se llama pintadas: el resultado de pintar en las paredes letreros, frecuentemente de contenido político o social, sin o con el permiso del dueño del inmueble, y el letrero o conjunto de letreros de dicho carácter que se han pintado en un lugar.







Costumbres

La costumbre de escribir el propio nombre en propiedades y lugares públicos es antiquísima. En Arqueología se utiliza el término «grafito» o graffiti (del italiano) para referirse a este tipo de inscripciones realizadas sobre muros, generalmente estucados, así como a los letreros sobre cerámicas (habitualmente para marcar la propiedad). No se refiere a las realizadas por el autor de un monumento, sino a las que otros hacen posteriormente sobre el edificio acabado.



















Tagging
Un tag o tager, ("etiqueta") prácticamente es una firma o un acrónimo de una persona o un grupo de personas, generalmente Crews. Para los tags con el nombre de la Crew se suelen utilizar abreviaturas o simplemente las siglas. Aunque un tag comprende mucho más que una simple firma; es una manera de expresar un propio estilo mediante un apodo o alias, pues en muchas partes del mundo el arte callejero es ilegal, y en muchos casos no se alcanza a concretar un grafiti en su totalidad, es allí cuando entra en utilidad el tag, una forma rápida y poco peligrosa de expresar un propio estilo al momento de graffitear. Es así como se identifica un graffitero.

Un poco de Historia

La expresión grafiti se usa también para referirse al movimiento artístico del mismo nombre, diferenciado de la Pintura o como subcategoría de la misma, con su origen en el siglo XX. Fue un movimiento iniciado en los años 1960 en Nueva York, o, según aluden fuentes bibliográficas como getting from the underground, en Filadelfia.
Antes de la existencia del movimiento actual, el grafiti existía en su estado antiquísimo, con lápices u objetos punzantes, hasta el punto de que ciertos arquitectos hacían los paramentos de los edificios con terminaciones de difícil ataque por los grafiteros (sin prever la aparición del aerosol), pero esto supone únicamente un reto mayor para ellos que de una forma u otra logran alcanzar.















Es muy fácil diferenciar un tag, un grafiti, o una pinta, de una persona que lleva tiempo o que practica mucho del de otra que no sabe. No solo se trata de complejidad, sino de estilo, creatividad, e imaginación ya que algunas de estas obras tienen fuerza, sin duda y un proceso fruto de una evolución y una técnica.


















FOTOS TOMADAS EN:
Agritrop, S. A. Calzada Aguilar Batres, 27-98, Zona 12.
Pared Cejusa entre 13 y 14 Calle zona 11, sobre carril auxiliar Anillo Periférico.